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domingo, 6 de octubre de 2019

Padres problema educando a hijos problema


Educar a los hijos es una tarea no apta para todas las personas, sobre todo si se tiene en cuenta que muchas personas que no tienen educación, se convierten en padres en algún momento de sus vidas.

¿Cómo puede alguien sin educación, educar a sus propios hijos?, ¿cómo puede alguien que no sabe nada acerca de respeto o de valores, enseñarles el respeto y los valores a sus propios hijos?, ¿cómo puede alguien con problemas con el alcohol o las drogas, enseñarles a sus hijos a alejarse de esos flagelos?


Los malos también tienen hijos

Los delincuentes tienen hijos. Las personas con problemas relacionados con alguna clase de vicio como el alcohol o las drogas, tienen hijos. Los políticos corruptos tienen hijos. En otras palabras, en este mundo hay muchos padres problema educando a muchos hijos problema.

Y hay detrás de todo esto un asunto fundamental, y es que los hijos imitan, lo quieran o no, el comportamiento de sus padres.

No es de extrañar que el hijo de un político corrupto, siga los pasos de su padre en la política. Al fin y al cabo, los hijos son en su gran mayoría, el reflejo de lo que han aprendido de parte de sus padres y obviamente, de parte de las personas con las que se han relacionado desde cuando son pequeños.

Hay muchas excepciones. Hay hijos que, siendo sus padres delincuentes, deciden tomar el camino del bien y romper con esos círculos familiares en los que la delincuencia muchas veces se perpetúa de generación en generación. De igual manera, hay hijos que siendo sus padres personas correctas y de bien, deciden inclinarse por el camino de la delincuencia.

Sin embargo, la norma casi siempre es que los hijos imitan a sus padres en los comportamientos y conductas más fuertes y marcadas que estos muestran a lo largo de su vida.

Enseñando lo que no se puede enseñar

¿Cómo puede un padre que ama la delincuencia, o el alcohol, o las drogas, enseñarles a sus hijos a ser hombres de bien?, a su vez, ¿cómo puede un padre honesto y trabajador, enseñar a sus hijos a ser personas de bien cuando ellos han decidido inclinarse por un mal camino?

Los tiempos actuales no son tiempos fáciles para criar y educar. A nivel general, la sociedad se está haciendo cada vez más permisiva, y la vida a la que se enfrentan las personas, es cada vez más y más compleja.

La irresponsabilidad en la crianza es una realidad en las sociedades modernas. Muchachos y muchachas que aún no se han terminado de educar, deciden traer de manera irresponsable a este mundo a sus propios hijos a los que, desde luego, muy difícilmente serán capaces de educar.

Es muy complejo intentar que, por ejemplo, una persona adolescente que lea este artículo, sea capaz de entender esta problemática. Sucede exactamente igual cuando a una persona adicta a las drogas, se le quiere hacer entender que las drogas le hacen daño y que pueden ocasionarle la muerte en cualquier momento, no sin antes llevar a los personas a un abismo muy profundo del que muchas veces es casi imposible escapar.


La mayor responsabilidad

Traer a un hijo a este mundo, es la mayor responsabilidad que se le puede encomendar a una persona, pero son muy pocas las personas que en verdad asumen esa responsabilidad.

Los hijos se están convirtiendo cada día más en un problema del que sus padres no se quieren encargar. Por una parte, los padres necesitan trabajar juntos para poder sostener el hogar, lo que conlleva que los hijos se críen en los años más importantes de su vida, en una casi absoluta soledad. Por otra parte, hay padres que, teniendo el tiempo disponible, sencillamente no desean hacerse cargo de sus propios hijos.

Los hijos que son afortunados, logran educarse con algún familiar cercano (abuelos, tíos) que, con algo de suerte, los tratará de buena manera y les llevará por un buen camino.

Pero una buena parte de los hijos no tienen tanta suerte, y deben educarse en compañía de personas que los maltratan, los ultrajan, abusan de ellos, o los ignoran completamente.

Si miramos la sociedad actual, veremos que muchas personas en edad adulta, tienen serios problemas de tipo social, derivados de la infinidad de traumas adquiridos durante la infancia por la falta de un acompañamiento paterno y materno de calidad.

En muchas ocasiones, los padres que podrían disponer de algo de tiempo para sus propios hijos, simplemente no son capaces de disponer de ese tiempo, porque sus propios vicios y ataduras les impiden disponer de al menos un par de horas diariamente, para asegurarse de que sus propios hijos caminarán por un buen sendero.

Un problema que empeora cada vez más

Las estadísticas no mienten, y en todas partes del mundo, las cárceles para adultos y los centros de reclusión para menores, están a reventar, como muestra de la profunda crisis social que se vive en los tiempos modernos.

De igual forma, el planeta ya no da abasto con tantos habitantes. En los años 70, la población mundial se estimaba en un poco más de 2 mil millones de habitantes. Hoy en día, 50 años después, la población mundial sobrepasa los 8 mil millones de habitantes. Esto significa que desde que el hombre puso un pie en la tierra hace aproximadamente 2.5 millones de años, la población creció durante todo este tiempo, en solo 2 mil millones de habitantes, pero de manera casi misteriosa, dicha cifra se cuadruplicó en tan solo los últimos 50 años.

Bien sabido es que, a mayor cantidad de habitantes, mayor cantidad de problemas y eso es algo que se puede palpar fácilmente, si tan solo se miran las noticias que a diario aparecen en cada rincón de este planeta.

La vida se torna cada vez un poco más dura, y eso se ve reflejado como un espejo, en las condiciones en que se están educando las generaciones actuales. Padres irresponsables, trayendo a este mundo a hijos que en su gran mayoría, serán incluso aún más irresponsables que sus propios padres.

Un problema que parece ser que no tiene una solución aparente. Lo único cierto frente a esto, es que los jóvenes modernos son cada vez más conflictivos que las generaciones anteriores y, por momentos, pareciera ser que el respeto y las buenas costumbres de convivencia, necesarias para que una sociedad pueda vivir en armonía, se pierden cada día un poco más de la mano de las nuevas generaciones.


Futuro incierto

¿Qué sucederá a la vuelta de unos 20 o 30 años, si todo sigue conservando la tendencia que se ha mantenido en los últimos años?, ¿a dónde llegará la sociedad moderna, teniendo en cuenta lo que a diario se puede ver en todas partes?

A decir verdad, nadie lo sabe con certeza. El mundo se llena poco a poco a de personas que cada vez carecen más de principios y valores morales. Lo que antes era impensable para la mayoría porque las personas tenían una buena educación en sus hogares, que era soportada por al menos alguno de los padres, hoy en día se está convirtiendo en algo completamente natural.

Educar bien a los hijos para que cuando crezcan sean componentes activos y positivos dentro de la sociedad, es un acto de amor que, tristemente, cada día menos personas se animan a llevar a cabo.

¿Qué opina usted al respecto?, ¿alarmismo o realidad? Permítanos conocer su opinión dejándonos un comentario en esta publicación.

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