Ganadores y perdedores

Aunque creemos que la vida se compone de ganadores y perdedores, lo único cierto es que en el juego de la vida, lo único que existen son jugadores. Todas las personas de una u otra forma, tenemos las mismas posibilidades y esto solo significa que todas las personas tenemos la misma suerte, bendición providencia o como quieran llamarlo. La gran diferencia existente, es que hay algunas personas que saben aprovechar esto y otras personas que no.

Cuando se piensa en la vida de una forma normal, sin apasionamientos y sin comparaciones de ninguna naturaleza, podemos ver que la vida no es nada más que un viaje, un corto recorrido en el que todas las personas tienen la oportunidad de experimentar los buenos momentos, los tiempos malos, el éxito, el fracaso, etc. Dicho de otra manera, la vida es una experiencia general que se da para todas las personas en igualdad de condiciones, aunque a veces creamos que existen algunos a quienes la vida favorece de una mejor manera.

Es muy probable que, acabando de leer lo anterior, surjan numerosas dudas, sobre todo cuando se voltea a mirar a otras partes y se ve que existe tanta desigualdad en términos de lo que las personas tienen o consiguen para sus vidas. Sobre esto lo único que se puede mencionar, es que todo aquello que creemos que es, no es nada más que una ilusión.


Lo único que en verdad diferencia a unas personas de otras, por encima de las cosas materiales que puedan poseer, es su grado de consciencia. Todo lo que realmente tiene valor en esta realidad, está relacionado justamente con la capacidad de una persona de tener consciencia respecto a sí misma y respecto a todo lo que la rodea. Puesto de otra forma, cuanto más poderosa es la conciencia, más real es nuestra vida y más ganancias podemos obtener no necesariamente en términos de dinero, sino en términos de la verdadera enseñanza que se encierra detrás de nuestro paso por este mundo.

Vibración y frecuencia

Nikola Tesla dijo alguna vez: “si quiere entender la realidad, piense en términos de vibración y frecuencia”. Respecto a esto, la alta conciencia es igual a una vibración elevada que no es perezosa, y que es alcanzada por aquellas personas que meditan y que oran con frecuencia. La baja conciencia es igual a una vibración baja y se corresponde con aquellas personas que simplemente pasan su vida “durmiendo”, sin importar si se trata de trabajadores ejecutivos con cargos duros, apremiantes y exigentes.

Es importante mencionar también, que por lo general la realidad usualmente contradice a la apariencia, pero para poder entender esto, se necesita tener una consciencia mucho más despierta. Y no importa si no lo aceptamos y queremos continuar "profundamente dormidos", en realidad da igual ya que esa actitud simplemente no cambia nada. Sólo la conciencia, la genuina conciencia, puede lograr un cambio que valga la pena y frente a esto, todo lo demás no tiene ningún valor.

Todo es una ilusión

Como lo dijo Albert Einstein, “la realidad es meramente una ilusión, aunque una muy persistente”, y esto es uno de los más grandes misterios que la ciencia moderna poco a poco comienza a revelar. Nada es lo que parece ser. Lo único cierto, lo único real, es la consciencia, y ¿qué tanto de ella tenemos?, pues es una buena pregunta que casi nunca encuentra una buena respuesta.